Sala Mbopí: siete años de aporte a las actividades atístiscas

La Sala Mbopí es un espacio cultural de gestión independiente, que desde hace siete años funciona en la ciudad dedicado a difundir y promover diferentes expresiones artísticas.

Eldorado cuenta con una rica historia en espacios culturales autogestionados que, por motivos fundamentalmente económicos, fueron lamentablemente cerrando sus puertas al no poder solventar los costos fijos de su funcionamiento.

Entre ellos se encuentran el Kuarahy, que cesó en sus actividades en el año 2015 tras ser la mayor referencia a nivel provincial en espacios de ésta naturaleza y con varias actividades por semana; el Espacio Quiroga dedicado a la presentación de artistas musicales, el CCIPO (Casa Cultural y Popular del Oeste), y el Opaichagua que estuvo activo hasta el año 2022, y no pudo afrontar el valor del alquiler.

La Sala Mbopí abrió sus puertas en el año 2016 y continúa hasta el presente gestionada por Diana Garay, Gabriela González, y Gabriel Salinas, que a su vez son integrantes del grupo teatral Capotó Tíaster Clown.

“El primer lugar donde estuvo la sala, cuenta Diana, de sobre la calle Argerich, donde alquilamos un garaje, y ahí le quedó el nombre de Mbopí. Después nos mudamos al CCIPO en el km. 2 donde conjuntamente con ellos alquilábamos una casa donde ellos vivían, y acondicionamos un espacio donde funcionaba la sala”.

“Cuando a ellos se les acabó el alquiler no pudieron renovar, agrega Gabriel, entonces pensé en que en mi casa se podría arreglar un espacio para que funcionara la sala, y gracias a distintos subsidios otorgados por el INT, pudimos hacer los arreglo de los sanitarios, mejorar el acceso a la sala, comprar las tarimas para los escenarios. Y estamos acá desde el 2019, donde podemos seguir funcionando gracias a que no pagamos alquiler”.

Como la mayoría de los espacios culturales independientes el sostenimiento de las actividades es dificultoso, y quienes los llevan adelante lo hacen por vocación “Nadie vive de esto, remarca Salinas. Nosotros tenemos otro medio de vida. Imaginate que no tenemos espaldas para contratar los artistas porque no podemos garantizarles un cachet. Alguas veces asisten 25 personas, otras 60, dependemos del clima”. “Por eso, añade Gabriela, trabajamos a borderó, una parte de lo que se obra de entrada va para los artistas y otra queda para el mantenimiento de la sala, pero que sólo alcanza para los costos mínimos. También hay espectáculos a la gorra, donde quienes asisten colaboran con lo que pueden”. “Además, dice Gabriel, hay una situación que es compleja. Los gobiernos suelen traer espectáculos gratis para la gente, lo cual está bien, porque le sirve a los elencos o grupos que cobran y a la gente que puede asistir, pero es cada vez menos la gente que está dispuesta a pagar por un espectáculo. Entonces se hace difícil”.

La sala no solamente es utilizada para para las presentaciones artísticas, sino también para el dictado de cursos, talleres y ensayos de otros grupos de teatro y músicos, y además funciona el cineclub que tiene actividad todas las semanas, y será sede, en mes de octubre del Festival Oberá en Cortos. “Es una sala abierta a todo el que la necesite, explica Gabriel. Quien quiera utilizarla se comunica con nosotros y coordinamos”.

La relación con los gobiernos, tanto provincial como municipal con los emprendimientos autogestionados suele ser compleja y, a menudo distante. “La única ayuda que recibimos fueron esos subsidios del INT. Desde la provincia y el municipio nunca recibimos nada. Es más, hace meses que estamos esperando la habilitación desde el municipio. Desde el Capotó fuimos los primeros en impulsar el proyecto de Casas Independientes Culturales. Después salió la Ley Provincial, el municipio de adhirió, trabajamos sobre el proyecto, llegamos a un acuerdo, pero el municipio nunca la implementó, y desde antes de las elecciones /del 7 de mayo) falta que firme el intendente para que nos habiliten dentro de la normativa, pero aún no lo hacen. Si estuviéramos habilitados podríamos tramitar otras ayudas que os hacen falta para mejorar el espacio y las instalaciones como por ejemplo techar una parte de donde se hacen las presentaciones”, narra Diana.

La Sala Mbopí se encuentra ubicada en Calle Suiza 1933, en el km. 9 de Eldorado.

Foto: Matías Bordón

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