¿El principio del fin?

Siempre, es inevitable, se tiende a realizar una proyección de las elecciones en la CEEL hacia lo que sería un resultado electoral en las elecciones para intendente. Como si una reflejara a la otra.
Pero si uno se remite a la historia hay ejemplos donde el ejecutivo municipal tuvo injerencia propia en la CEEL, tal vez los casos más emblemáticos fueron la antigua Lista Verde del Pollo Hobecker y cuando Polaco Echenique era Secretario de Gobierno de Norberto y al mismo tiempo presidente de la CEEL, pero en muchas otras oportunidades sucedió lo contrario.
Por ello es difícil trasladar mecánicamente lo sucedido en las últimas elecciones de la CEEL hacia lo que podría suceder con las elecciones para intendente del 2023.
Pero, más allá de eso, es necesario aclarar algunas cosas.
En las elecciones de la CEEL votaron alrededor de 10.000 personas y en las elecciones para intendente lo suele hacer alrededor de 40.000. Una diferencia de 30.000 votantes. Una enormidad. Más si se tiene en cuenta que de esos 10.000 socios que votaron una parte importante corresponden a los municipios de 9 de Julio, Santiago de Liniers, Colonia Victoria, Mado-Delicia, y unos poquitos más de Puerto Piray y Montecarlo que tienen UHF.
En segundo lugar las elecciones de la CEEL están viciadas, por decirlo de alguna manera, por prebendas y por la participación masiva de los empleados de la CEEL en las listas que suelen ser ganadoras. En éste sentido vale aclarar que todos, o casi todos, los empleados de la CEEL que trabajaron durante años para Romero, se pasaron masivamente a militar con la Lista Verde que es la actual conducción de la CEEL. Se podrá argumentar, con cierto grado de veracidad, que Fabio Martínez puso casi toda la administración municipal a trabajar por la Lista Azul que él creo. Pero nadie trabaja mejor para las elecciones de la CEEL que los propios empleados de la CEEL.
Entonces… ¿Es válido plantearse si es el principio del fin de la intendencia de Fabio?
Creo que sí. Planteárselo, no asegurarlo.
Fabio accede a ser Intendente más por el hastío hacia Norberto después de 20 años de gestión, que por méritos propios. Fue el canalizador de ese hartazgo, de esa necesidad que los habitantes de Eldorado mostraban de tener un intendente que no fuera Norberto.
Para poder ganarle a Aguirre apeló a alianzas con distintos sectores de la Renovación: el de Ricardo Maciel, la parte de salud del estado provincial, la Lista Celeste de la CEEL (de la cuál fue socio durante un tiempo y ahora denuncia la mala administración), y otros sectores menores.
Con todos ellos logró ganarle a Aguirre, y no por muchos votos.
Hoy los trabajadores de la salud no parecen dispuestos a trabajar con Fabio, sino más bien que se inclinan hacia Pipo Durán para que sea el sucesor de Fabio.
Lo mismo sucede con los militantes de la ex Lista Celeste que le aportaron los votos necesarios para ganarle a Aguirre, y que le demostraron su fortaleza en las últimas elecciones de la CEEL.
Lo único que tiene Fabio hoy para ganar en el 2023 es el aparato municipal – no todos – y su gestión.
Tengo la sensación, por ahí equivocada, que la gestión de Fabio no despierta odios ni amores exaltados en la mayoría de los Eldoradenses. Noto, de nuevo tal vez equivocado, una gran indiferencia y desánimo con su gestión. No veo bronca, enojo, sino indiferencia…
Fabio contribuyó durante éstos tres años de gestión a esa indiferencia. No es una persona carismática, a diferencia de Norberto que solucionaba el enojo de los vecinos gracias a su carisma (así nos fue), tampoco es fácil comunicarse con él: tengo cientos de testimonios de vecinos y hasta gente de su propio gabinete, que te manifiestan que no les contesta y los ignora. Salvo a los “fieles”. Que suelen ser fieles hasta el momento del naufragio.
Muchos otros manifiestan que no escucha, que su círculo íntimo está conformado por una legión de obsecuentes que no se animan, muchas veces, a expresarle sus opiniones diferentes, o que desistieron de ello porque omite toda opinión que se contraponga a la suya.
Si sumamos todo eso volvemos a lo mismo… si no cambia en los próximos meses de actitud… ¿Vale plantearse si lo sucedido en las elecciones de la CEEL son el principio de su fin?
Creo que sí… como pregunta… no como hecho consumado.
Juan Carlos Magliano