El vacío discursivo de ser segunda ciudad

En la apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante el discurso del Intendente Fabio Martínez fue recurrente en dos ideas: el trabajar con la gente, y en volver a ser segunda ciudad de la provincia.
Un discurso extenso, tedioso, insoportable de casi dos horas y media fue lo más destacado de la noche. Más allá de las palabras de ocasión de los dirigentes políticos que hicieron públicas, nadie defendió en privado el discurso dado.
En cuanto a las ideas ventrales, la primera de ellas, trabajar con la gente, es un objetivo loable, y que seguramente “la gente” tendrá diversas miradas acerca de si trabajó con ella o no. “La gente”, dicho así, es amplio, abarcativo, indefinido. Y como tal falto de precisión. Quedará en cada uno de “la gente” la evaluación si trabajó con él o no.
Pero lo llamativo es el segundo objetivo: “El volver a ser segunda ciudad de la provincia”.
Desde tiempos inmemoriales la carencia de ideas de los dirigentes políticos suele utilizar el recurso épico del llamado a “la pertenencia”, “la identidad”, la grandeza” el pueblo al cual se dirige. Es tan viejo como la humanidad: la necesidad de construir una épica para forjar una “unidad” detrás de un objetivo confuso pero atractivo “Volver a ser la segunda ciudad de la provincia”.
Pero existe un problema: ¿Qué significa ser segunda ciudad? ¿El número de habitantes? ¿El desarrollo humano? ¿La capacidad económica? ¿La buena prestación de servicios públicos como transporte, energía, agua y otros; y la presencia de servicios bancarios, servicios de salud, de educación, posibilidades laborales, etc.? ¿La capacidad de sus dirigentes de diseñar, no mencionar, un mejor futuro para la ciudad? ¿Los niveles de pobreza y la poca presencia de personas y familias con necesidades básicas insatisfechas? O varias preguntas más.
Seguramente que todos coincidiremos en que es un poco de todo eso, y de las preguntas que faltaron enumerar.
Entonces, si coincidimos en eso… ¿No sería necesario indicar un camino posible de lo que se puede hacer para ir mejorando esas cosas en la manera de lo posible. Porque el horizonte no debe puede estar fijado en “ser la segunda ciudad”, salvo como una meta abstracta, sino en mejorar lo que se puede con los recursos que se tiene.
En el discurso, además de los innumerables y cansadores agradecimientos, del detallado informe (absurdo hasta el punto de mencionar la instalación de un cajero automático) de las acciones realizadas por cada una de las áreas, y de las obras que se espera que la provincia realice en la ciudad, es decir con recursos provinciales, sólo 3 iniciativas fueron enumeradas como proyectos con recursos propios: la compra de una hormigonera, la Casa de la Juventud, y el Hospital de Juguetes. Parece poco para el objetivo planteado de volver a ser “segunda ciudad”.
A no ser que volver a ser la segunda ciudad dependa de los recursos que la provincia vuelque a Eldorado.
Existe una confusión en muchos gobernantes que consiste en creer que los discursos de apertura de sesiones de los órganos legislativos, se remite a repetir minuciosamente todo lo realizado en el año anterior de su gestión. Es como un mecanismo de defensa para decir “miren todo lo que hice”. Norberto Aguirre nos solía contar hasta las zapatillas que había entregado.
Y en realidad, conceptualmente, el acto de apertura del período de sesiones ordinarias, debería ser donde el ejecutivo municipal le cuenta a los concejales las acciones que llevará adelante durante ese período por una razón muy simple: es el Concejo Deliberante el que aprueba las ordenanzas correspondientes para implementar las ideas y proyectos que tiene el ejecutivo para la ciudad.
Y de eso hubo muy poco, casi nada, dos horas y media de autosatisfacción realizadora, sin marcar un rumbo, un camino, un recorrido, nada. Todo bajo el paraguas de “volver a ser la segunda ciudad de la provincia”.
Juan Carlos Magliano
Para ser segunda ciudad tendriamos que tener cloacas al menos, y una infima cantidad del microcentro la tiene, y la mayoria echa el agua servida a la calle mediante algun bombeo automatizado. Baata ver ese hotel sobre Calle Kennedy, todas o casi todas las noches vierte su aswueroso contenido.
La segunda ciudad de importancia es Obera, no es dificil conocrrla..queda a 200 km
En 1990 se comenzó la obra de construcción de cloacas en OBERA; la que el 19 septiembre de 1993 quedó inaugurada, siendo la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá CELO la encargada de operar y mantener el servicio de desagües cloacales. Actualmente, tiene una red que comprende el 50 por ciento de la poblaciòn, con mas de 8300 propiedades (comercios y viviendas)
http://celocooperativa.com.ar/noticias.php?id=21
La mediocridad al desnudo.
No resiste ningún análisis. Da vergüenza ajena.
Si hubiese hablado media hora pasaba desapercibido…, pero dos horas y media de sarasa, es como mucho.