Alumnos de la EPET Nº 6 continúan colaborando con el mantenimiento del parquizado

Nuevamente, y como ya es costumbre, un grupo de alumnos, guiados por un padre, colaboran con la limpieza del extenso parquizado de la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº6.

A ellos nos acercamos y charlamos en uno de los descansos del sábado 20/3 a la mañana. De la charla surgió una buena reflexión, que pasamos a continuación.

Si bien la Escuela tiene portero, son muchas las actividades para esta persona, y el pasto crece muy rápido, por las características del terreno bajo, muy húmedo. El pasto jesuita del patio es excelente, pero requiere mucha atención. La pregunta obligada que hace un tercero, ¿es que los lleva a colaborar con la escuela un sábado por la mañana?, y la respuesta que surge es el cariño a la institución, algo siempre vigente, más aún incrementado por las ganas de volver a cursar en aulas y ver a los amigos, e ir al taller.

También comentan que más allá de cortar del pasto, -que de por si es bastante exigente (son casi 70000 m² a cortar)-, motiva también la afición a realizar actividades manuales. Usar una motoguadaña no sólo implica el uso, sino también el conocimiento mecánico de regularla, poner la tanza o cuchilla según convenga, regular carburación, limpieza de filtros, etc. Al ser alumnos de una EPET no podemos no saber operar o desconocer estos equipos simples. Debería ser una actividad cotidiana, así como reparar un toma corriente en casa, algún cableado, conexiones eléctricas, circuitos, soldar una reja, pintar, configurar una red wifi/LAN etc. También nos motiva la satisfacción de haber arreglado algo uno mismo, que es el espíritu del técnico. Optamos por ser alumnos de la EPET porque creemos que es lo que nos da una ventaja respecto a otros tipos de colegios respecto al futuro del trabajo o, más bien, al trabajo del futuro. Sabemos que en todos lados se necesitarán perfiles técnicos para fortalecer y ocupar los puestos vacantes en las aclamadas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática.

Solemos leer sobre la inserción laboral de los egresados de EPET vemos que siempre se encuentran en una posición ventajosa con respecto a otros. Nosotros como estudiantes creemos que en este tipo de escuelas logramos una educación basada en experiencias de la vida real. Como estudiantes de la EPET tenemos que dedicar más tiempo a estudiar (6 años y doble escolaridad) pero eso nos permite crecer y fomentar el desarrollo del razonamiento técnico. Al tener tantas asignaturas técnicas como Matemática, Física y Química, para el técnico resulta más fácil plantear soluciones a problemas reales, abstraernos y encontrar soluciones… es pensar de una forma de pensar distinta.

Por eso, contribuir a una tarea manual, ya sea cortar el pasto, hacer mascarillas anti covid, o conexiones eléctricas nos fortalece, y tiene el doble propósito de dar también un beneficio a la institución que nos alberga. Además es mantener una tradición de todos los alumnos, donde siempre el alumno de EPET ayuda a su escuela, ya sea siendo alumno o exalumno.

Para aquel que quiera colaborar, puede acercarse a la Escuela ese día o hablar con algún alumno, para tomar contacto. También se acepta donación de nafta, aceite 2T o tanza, que son insumos que nosotros ponemos por nuestra propia cuenta, y todo lo que se pueda sumar, es un granito de arena.

Los alumnos que estaban realizando el mantenimiento del parquizado eran Ezequiel Schwörer, alumno de 3º y el abanderado de la EPET de 6º año Julián Álvarez.

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