Museo de Motos de Eldorado: “Todo es posible si se hace con amor y esfuerzo”

Esa es la definición que quiere resaltar Omar Ocampos cuando se le pregunta cómo fue capaz de crear en museo de motos en Eldorado.
“Mi sueño, podríamos decir, comenzó desde muy pequeño. Yo provengo de una familia humilde, donde éramos 10 hermanos, y para mí el tener una bicicleta era como un sueño. Cada vez que me prestaban una no te puedo explicar la alegría que tenía”.
El Museo de Motos de Eldorado tuvo su nacimiento, podríamos decirle, formal, en el año 2018. Pero en realidad la idea de construirlo comenzó hace muchos más años.
“Siempre, desde muy joven, tuve la idea de poder llevar adelante este museo, pero diría que fue en el año 2003, cuando empecé seriamente a pensarlo y diseñarlo. Me motiva el museo como una manera de preservar la historia de la ciudad y sus alrededores ya que todas las motos que se encuentran en exposición fueron utilizadas en Eldorado y su zona de influencia. Es decir que fueron utilizadas por personas de acá, personas conocidas por muchos de nosotros que forjaron nuestra ciudad. Y puedo decir con orgullo que es el primer museo de éstas características en Misiones”.
Omar imagina el museo como un proyecto integral que exceda el resguardo de la memoria histórica de la ciudad y del cuidado del patrimonio cultural.
“Creo que Eldorado, de a poco, se está constituyendo en la ciudad de los museos, con el de motos ya son cuatro los existentes y es importante eso desde el punto de vista turístico. El museo fue declarado de interés municipal en el año 2019, y estamos también en tratativas, mediante el Secretario de Cultura Joselo Schuap, para que sea declarado de interés provincial. Ya el gobernador Herrera Ahuad conoce las actividades del museo, y expresó su idea de poder ayudarnos. El museo, yo lo imagino, con una proyección en el tiempo, espero que para cuando Eldorado cumpla 200 años siga existiendo y, para ese entonces las motos en exposición tendrán todas más de 100 años”.
En estos momentos existen 67 motos en exposición. La más antigua data de 1922 – el próximo año cumplirá un siglo, resalta Omar – y la más nueva de 1992, y cada una de ellas guarda una historia.
“Las 67 motos que tenemos van desde el año 1992, hasta modelos 1995. Como decía recién: mi sueño es que el museo esté cuando Eldorado cumpla 200 años. Por eso tenemos motos usadas hasta 1995, en ese momento ya tendrán más de 100 años. Pero más importante que la antigüedad es el hecho de que detrás de cada una de las motos que tenemos en exposición hay una historia. Una historia de vida, de trabajo, de familias. Por ejemplo hay un vecino Cáceres que me donó una Siambretta cargo de 1953, de esas que venían con un carrito y se usaban como transporte. Él la utilizó durante muchos años, primero para repartir garrafas, luego pescados. 3 veces vendió la moto y otras 3 veces la recuperó. Cuando me la dio estaba bastante deteriorada. Cáceres tiene 96 años. Un día vino al museo a ver la moto, ya restaurada, y la emoción que tenía era inmensa al verla. Y eso es algo que no se alcanza a veces a valorar: el significado que tiene cada moto de las expuestas en la vida de la persona que la usó y en su familia. Por eso está dedicado el museo a motos utilizadas acá: porque quiero que la gente pueda reconocer también parte de su historia. U otro caso de una Puma 5ª serie que fue utilizada en 1978 para ir a Buenos Aires a ver el mundial, de allí siguió viaje hasta Salta, para finalmente regresar a Eldorado”.
Pese a estar inaugurado el museo aún no puede ser habilitado ni completado en su totalidad en cuanto a lo diseñado por Ocampos.
“Hoy estamos instalados en un local que nos presta Guillermo Sther. No contamos con local propio por lo cual no lo puedo habilitar al público en general. Pero por suerte el local tiene una gran vidriera que da a la Avda. San Martín entonces desde allí se puede divisar gran parte de lo que existe dentro. Pero en cuanto podamos tener un local propio la idea es que cada moto cuente con una ficha técnica donde explique su historia, las características técnicas de la moto, y con una iluminación adecuada. Además también tengo pensado, para cuando esté abierto al público, la difusión acerca de las normas viales, espacio para las fotografías de época relacionadas con el tema. Y estoy seguro que lo voy a conseguir”.
Esa seguridad que transmite Omar se puede sentir cuando uno habla con él y cuenta su historia de ésta pasión que desarrolla desde hace varios años.
“Muchos me preguntan cómo hice para tener tantas motos. Muchas, la mayoría, fueron donadas por los propios dueños y dentro de mis posibilidades, con el acompañamiento de mi familia y de mis amigos, las restauramos para poder exhibirlas. La primera vez que aparecí con una moto vieja, oxidad y empecé con esto era gracioso porque algunos decían, medio en broma, que estaba loco. Pero fueron entendiendo que era posible lo que hacía y ahí tuve un acompañamiento enorme de mi familia y de mis amigos. Es común, por ejemplo, que mi esposa Mara para mi cumpleaños me regale algún repuesto que esté necesitando para restaurar una moto. Sin el acompañamiento de mi familia no lo hubiera podido lograr. Pero siempre les digo a todos lo mismo: Si hay amor, convencimiento en lo que uno hace, una meta clara, y ganas de llevarlo adelante, es posible”.