Formosa. La situación compleja que atraviesan muchas embarazadas

Son al menos 86 mujeres que viven en casillas precarias, pasando hambre y sed, huyendo de las autoridades del gobierno de Gildo Insfran, por temor a ser separadas de sus hijos.
A escasos días del importante espaldarazo político que le dieron el presidente Alberto Fernández y la Ministra de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta, al gobernador de Formosa Gildo Insfrán, el pasado lunes 8 de Marzo, un informe de Telenoche Investiga en la provincia norteña desnudó la nula gestión del gobierno nacional en materia de derechos femeninos, al mostrar las espantosas condiciones en las que viven no menos de 86 mujeres, que huyen al monte para no ser separadas de sus hijos por las autoridades provinciales.
En El Potrillo, a 700 kilómetros de Formosa Capital, un grupo de embarazadas se esconde a lo lejos, en el monte, para evitar que la Policía de la provincia las traslade a un centro de aislamiento, en donde denuncian que les practican una cesárea y luego las obligan a permanecer 14 días aisladas sin estar en contacto con sus bebés. Se trata de un sitio recóndito, completamente alejado de toda zona urbana y al que solo se puede acceder en vehículos de doble tracción.
Estas historias forman parte de lo que se vive en Formosa, una provincia en la que desde hace tiempo los centros de aislamiento dispuestos por el gobierno de Gildo Insfrán parecen haberse convertido en verdaderas cárceles, como lo están mostrando los informes de Telenoche y TN, reportando in situ, desde la provincia del mandatario quasi “vitalicio”.
De acuerdo con los testimonios recopilados por el equipo de Telenoche, estas 86 embarazadas que se esconden de las autoridades denuncian que la fuerza provincial ingresa a las comunidades originarias de El Potrillo, se llevan a las mujeres que en muchos casos dan a luz en centros de aislamiento. Aseguran, además, que son separadas de sus hijos sin explicación alguna. Se especula que las separan de sus bebés para realizarles el hisopado por lo que, quedan inmediatamente aisladas en los centros de Insfrán.
“La gente le tiene miedo a la Policía. Le hacen una cesárea y no se encuentra más al bebé. Se han llevado nenes solos a Formosa, sin la madre, que queda aislada”, dijo una de las mujeres que cursa el noveno mes de embarazo y podría dar a luz en cualquier momento. A la intemperie y sin ningún tipo de asistencia sanitaria. Las mujeres que accedieron a hablar con el equipo periodístico, lo hicieron bajo la condición de que no revelen el paradero. Además, se cubren los rostros por temor a la persecución.
Según el informe, estas mujeres se recluyen en el monte, con escasa comida y agua, porque la policía de Formosa realiza redadas en las comunidades indígenas. “Quiero tener a mi bebé de manera normal. Si me hacen cesárea tal vez no voy a encontrar más a mi hijo. Tengo miedo”, relató una de las embarazadas, que hace cuatro meses vive en el monte y también podría tener a su bebé en el inhóspito refugio. Y otra de las mujeres embarazadas teme, además de perder a su hijo, que, si el Gobierno descubre que estuvo escondida durante meses, le quite la asistencia de $4000 mensual que recibe. En el lugar no hay luz y sólo reciben agua potable cuando otros integrantes de la comunidad se acercan hasta su ubicación.
Durante la noche duermen en carpas de nailon, hechas con palos de madera y atadas con alambre. Están hacinadas durmiendo en condiciones de extrema vulnerabilidad. Se alimentan a base de frutas del monte y otros alimentos secos de la zona. Sin embargo, para estas mujeres todo ello es preferible a terminar en los centros de aislamiento de Gildo.
Mientras estas escenas dantescas ocurren y son denunciadas en las cámaras de la TV nacional, el presidente Alberto Fernández y la Ministra de la Mujer, Elizabeth Gómez Alcorta, se llaman al silencio. Respaldan al gobernador Insfrán y firman convenios el mismísimo Dia Internacional de la Mujer. A escasas horas de que el gobernador avalara una brutal represión contra una protesta por el retorno a la Fase 1 de la Cuarentena. Una protesta en la que había mujeres, que sufrieron golpes, gases lacrimógenos y balas de goma. Desde ya, las crudas imágenes también interpelan al impresentable Secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, el funcionario “camporista” de Hijos que ya salió en defensa del cuestionado gobernador.