Cuando la “Justicia de Familia” deja de ser justicia

Sin dudas que los litigios en el ámbito familiar suelen ser de los más complejos porque afectan directamente a las relaciones familiares, y existe muchas veces, en el caso de la tenencia de los hijos, la tentación de que alguno de los padres tome como rehenes a los menores.

En esos momentos es cuando la justicia debe demostrar su idoneidad y rapidez: cualquier falla en la sentencia provoca daños irreparables en los niños, y cualquier dilación en la justicia convierte en un calvario la vida de los sectores involucrados y, sobre todo, de los niños.

Una situación de éstas se da en el Juzgado de Familia de Eldorado.

Una niña de 10 años ha reiterado en numerosas oportunidades, en los últimos años, en el Juzgado de Familia de Eldorado, que tras la separación de sus padres es su intención vivir con su padre.
No obstante ello las permanentes “chicanas” judiciales – con la complicidad del sistema judicial – interpuestas por la madre, impiden el cumplimiento de la voluntad de la menor que, dicho sea, están expresamente contemplados como derechos en el nuevo Código Civil.

La madre durante 7 años obstaculizó de manera permanente el contacto del padre con la niña, impidiendo la comunicación entre ellos.

Arbitrariamente, y sin respetar los derechos del padre, se mudó de domicilio en numerosas oportunidades, en provincias diferentes, sin avisar al progenitor del nuevo domicilio de la niña.
Sólo la voluntad del padre hizo que pudiera ubicar a la niña y viajar reiteradamente desde Buenos Aires a Misiones para poder estar en contacto con ella.

Ante las evidencias encontradas de las reiteradas obstaculizaciones por parte de la madre en cuanto al contacto de la niña con su padre, y ante la voluntad expresa de la niña de vivir con su padre, el juez de primera instancia del Juzgado de familia N°1 de Eldorado (Misiones), Juan José Palacios (que estaba a cargo del juzgado en ese momento, decidió entonces otorgarle al papá el cuidado personal de la niña.

La decisión del juez Palacios fue apelada por la madre, y la medida dispuesta no pudo ser llevada a cabo. Hoy la situación judicial se encuentra en la Cámara de Apelaciones desde hace varios meses sin que la cámara tome resolución alguna.

El 14 de diciembre la madre ratifica, sin tener en cuenta los deseos de la niña de vivir con su padre, que “el centro de vida de la niña se encuentra en Eldorado”.

A pesar de esta declaración, se muda antes de fines del año 2020 a la provincia de Córdoba donde toma la decisión de iniciar un nuevo juicio, cometiendo la irregularidad de no informar que ya había un juicio con sentencia en primera instancia y en trámite de próxima sentencia por parte de la cámara de apelaciones, en el juzgado de Eldorado.

Es decir: las irregularidades cometidas por la madre – amparada por un colectivo cada día más fundamentalista respecto a la existencia de una “justicia patriarcal”, que prefiere los “actos de fe”, el creer, que leer los expedientes – continúan sin ningún accionar concreto por parte de la justicia de Eldorado que, con su inacción, prorroga en el tiempo una situación irregular donde se vulneran los derechos de la niña.
La historia de separación de una hija con su padre ya lleva 7 años.

La voluntad de la niña de vivir con su padre lleva más de 2 años esperando justicia.

No existe ningún motivo por el cual la Cámara de Apelaciones, no pueda tomar una resolución al respecto.

Sólo la cobardía, la ineptitud, o la desidia, pueden explicar el atropello.

Juan Carlos Magliano.

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