Eldorado. ¿Cambios en el gabinete municipal?

Los rumores y versiones sobre cambios en el gabinete del Intendente Fabio Martínez son una constante desde hace varias semanas. El último no sería un cambio sino enroques en el área de acción social.

La versión da cuenta de que Nicolás Romero, actual Director de Acción Social, iría a la Dirección de Asuntos Mayores; mientras que Hugo Morais Da Silva – Director de Adultos Mayores – ría a la Dirección de Acción Social. Es decir: ambos intercambiaría sus cargos y continuarían, dentro del organigrama municipal, bajo las órdenes Mariano José Núñez, Secretario de Acción Social.
Los cambios se harían a partir del mes de febrero.

Como decía es la versión. Si se cumple solo el tiempo lo dirá. Escuché tantas versiones en los últimos dos meses que no se cumplieron que, al no tener la bola de cristal, ni ver el futuro, lo puedo asegurar.

Pero las versiones me llevan a otro tema que me parece más importante.

Fabio Martínez como Intendente es el producto de una serie de factores. Sin pretender ser exhaustivo en el detalle de los mismos, se podrían enumerar: El hartazgo de 20 de años de Aguirre; la unión de sectores dentro de la Renovación que tienen – está a la vista – proyectos personales diferentes, que se unieron para tener la cantidad necesaria de votos para ganarle a Aguirre; la inexistencia, desde hace varios años, de una oposición a la Renovación que sea capaz de mostrarse como una alternativa real de poder; y el apoyo activo de quién se visualizaba como futuro Gobernador y futuro Ministro de Salud, Oscar Herrera Aguad y Oscar Alarcón respectivamente.

Todo ello, más algunos otros factores – a mi juicio menores – convergieron en el triunfo de Martínez.

Pero lo que sirve para ganar elecciones, a menudo no es la herramienta adecuada para gobernar. El hacer equilibrio permanente entre sectores en pugna por espacios de poder dentro del gobierno tiene sus costos.

El gabinete municipal fue repartido de acuerdo a esas alianzas, más algunas personas que trabajaron con Fabio en la campaña, y algunos premios de cargo para quienes cambiaron de partido meses antes de las elecciones.

Tengo mi opinión respecto a cada uno de los funcionarios de las distintas áreas, pero es irrelevante: algunos la podrán compartir y otros no. Lo importante visualizar la gestión general, porque en definitiva es responsable de esa gestión general es Martínez.

Todos, absolutamente todos, con los que hablo que están cercanos a la administración municipal me reconocen algo: Fabio tiene una administración muy centralizada, donde le cuesta delegar responsabilidades y con un círculo muy estrecho de toma de decisiones.

Es natural, cuando tenés un gabinete que se parece a un rompecabezas, donde si movés una pieza se te desacomodan otras, la tendencia es a convertirte en el único con capacidad de acomodar las piezas ya que sos consciente que cada “libertad de acción” de los distintos miembros del gabinete tiene por objetivo construir poder propio.

No se puede obviar el impacto que la pandemia tiene en la gestión. Pero el impacto se da en todos sentidos. El más claro son las dificultades económicas y financieras del municipio debido a la baja de la recaudación, a la caída de la actividad económica, y los crecientes niveles de pobreza y baja en los salarios. Todo ello complica la gestión: a menores recursos menor capacidad de acción. Seas buen o mal administrador siempre, a menores ingresos, menores posibilidades de hacer cosas.
A ello hay que sumarle una evidente descoordinación entre el Concejo Deliberante – no olvidemos que la Renovación (sector al que pertenece Fabio) tiene 5 concejales sobre 7 – donde recurrentemente se manifiestan contradicciones en la comunicación y en la acción, cuyo hecho más evidente es el veto en el pase a planta permanente de empleados del Concejo Deliberante, debido a que su paso vulnera la Carta Orgánica.

Pero, paradójicamente, la pandemia también, en algunos aspectos, fue un beneficio para la gestión de Martínez. Una sociedad donde lo primordial es el cuidado de la salud, es renuente a reclamar por otras cosas, hace de la paciencia un culto y de la “comprensión” una “virtud”.
Esta situación posibilitó que no hubiera conflictos serios con el gremio de empleados municipales (más allá de un par de conatos de amenazas), que no se produjeran manifestaciones – en realidad muy pocas – de vecinos de los barrios reclamando alguna solución, o de algún sector de la sociedad que no encuentra respuestas a sus problemáticas como puede ser el caso de los trabajadores y gestores culturales. La pandemia impidió, o amortiguó, los reclamos sociales.
Y eso, a mi juicio, disimuló algunos errores de gestión de Martínez.

Pero como sucede siempre, más tarde o más temprano, la realidad se impone. Uno puede ignorarla, interpretarla antojadizamente para restarle importancia, o no asumirla…

Pero la realidad siempre está.

Siempre llega.

Y cuando llegue habrá que ver la capacidad de respuesta del municipio.

Con cambios en el gabinete, o sin ellos.

Juan Carlos Magliano

1 pensamiento sobre “Eldorado. ¿Cambios en el gabinete municipal?

  1. Y en Obras Públicas, todo bien ??? obvio q con estas «lluviaradas» se pudre todo, pero es un desastre caminos, basuras etc. etc.

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