Nueva aparición de ejemplares de Caracol Africano en Eldorado

Eldorado. Desde hace algunos años la presencia de caracoles africanos se registra en la ciudad. Principalmente en el Barrio El Colono. La semana pasada se encontraron tres ejemplares en una vivienda del km. 9.
El caracol africano (Achatina fulica, su nombre científico) es considerado una plaga gracias a su capacidad de reproducción y porque puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales.
Asimismo puede ser portador de distintas enfermedades por lo que se recomienda no tocarlos con las manos.
La primera aparición de este ejemplar en Misiones, tuvo lugar en Puerto Iguazú en diciembre del año 2010, luego en el municipio de Wanda el 10 de abril del 2019.
En Eldorado el primer foco se detectó a fines de abril del 2019, donde el personal del Senasa junto al municipio, llevaron a cabo actividades de erradicación, monitoreo e información a la comunidad.
El pasado martes 22 de Diciembre del corriente, personal del Senasa Ing. Emilio Rey, constata la presencia de Caracoles Africanos, en un arroyito ubicado sobre la calle San Luis en el km. 9 de la ciudad, tras un aviso de un ciudadano, Ing. Marcelo Marek.
El Ingeniero Agrónomo Emilio Rey, del Senasa, explicó que desde hace varios años se conoce un foco de caracoles africanos en Eldorado que está ubicado en el km. 6 “Ya desde hace varios años, te podría decir 2 o 3, sabemos de la existencia de ese foco. Después se reportaron algunos casos en al km 9, por la zona donde encontró Marek los ejemplares, pero no se pudo comprobar ya que cuando fuimos no encontramos ejemplares. El problema es que hay caracoles nativos que pueden ser confundidos, por su tamaño, con los africanos. Entonces para poder confirmarlo es necesario ver su caparazón, sus características”.
En Misiones existen tres focos claramente identificados “Uno de ellos es Iguazú donde desde hace varios años se intenta erradicarlos pero es muy difícil porque tienen una velocidad de reproducción muy alta y no tienen predadores naturales. Además se alimentan de cualquier cosa: hierbas, basura, huesos y la cal de las paredes (por su rápido crecimiento requieren de calcio), otros caracoles… es decir prácticamente de todo. Otro de los focos está localizado en Wanda y el tercero en el barrio El Colono de Eldorado”, explica Rey.
La presencia de caracoles africanos trae consecuencias tanto desde el punto de vista de la salud como del medioambiente. “Este tipo de caracol es portador de nematodos (parásitos) que son muy perjudiciales para la salud humana. Por eso se recomienda no tocarlos y manipularlos con precaución. Desde el punto de vista del medio ambiente también son muy nocivos porque debido a su velocidad de reproducción y su falta de predadores naturales pueden constituirse en una plaga en muy poco tiempo. Y como tienen un crecimiento muy rápido y comen cualquier cosa pueden constituirse en un peligro para los cultivos”, sostiene.
Tras la aparición de los tres ejemplares el Ingeniero Rey, junto con Marek, hicieron un recorrido por el terreno donde se habían detectado los primeros ejemplares, y encontraron otros 15.
Marek comentó “Los pusimos dentro de una bolsa con sal, que es una de las maneras de exterminarlos, y después tiramos la bolsa al pozo negro del terreno. Estaban todos contra un muro donde solemos arrojar la basura”.
Rey, al respecto, graficó “Uno de los lugares preferidos es precisamente donde hay basura. Los caracoles se reproducen menos en jardines donde se corta el pasto o están cuidados. Además, como decía, las paredes le sirven de mucho para poder absorber la cal que se encuentra en los muros ya que la necesitan para el crecimiento de sus caparazones. Para poder eliminarlos los mejor es ponerlos en sal y después enterrar los restos, pero teniendo mucho cuidado tanto en su manipulación como en el cuidado de matarlos del todo. Además no conviene tirarlos en la basura porque si, por cualquier motivo no se procedió a la destrucción total, el traslado de esa basura puede provocar el inicio de nuevos focos”.
Ante la presencia de caracoles africanos el Senasa recomienda:
- No tocar caracoles
- Evitar el contacto con la baba del caracol (achatina Fulica), especialmente con ojos, nariz y boca
- Lavar con agua potable las verduras
- Si toco el caracol, lavar inmediatamente las manos. También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol
- No comer caracoles
- No utilizarlos como carnada, mascota o adorno
- No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
- Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol
- En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, colocarlos en una bolsa, aplastarlos y enterrarlos. Los guantes también deben ser enterrados o quemados
- No permitir que los niños participen de la captura de los caracoles
- No trasladar caracoles hacia otras zonas. Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
Además desde el Senasa recuerdan que si se detecta la presencia de esta plaga en su zona, hay que comunicarse a la línea gratuita de Senasa 0800-999-2386