EMSA adeuda a CAMMESA más de 10.000 millones de pesos

La información surge del informe brindado por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, al senado de la Nación, ante una pregunta de la Senadora por Neuquén Lucila Crexell. A septiembre de 2019 la deuda era, de acuerdo a lo informado por CAMMESA, $6.265 millones.
Por la cuarentena, las empresas no pudieron cobrar la totalidad de sus boletas y acumularon cuentas gigantescas por pagar por la electricidad que compraron. La mayor parte se concentró en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero el Chaco está entre las provincias con una delicada situación de morosidad: debe uno $7.600 millones a la Compañía Administradora. Las tarifas del servicio están congeladas hace casi un año.
Como consecuencia del aislamiento, las distribuidoras de luz acumularon una deuda gigantesca con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que hasta fin de agosto ya había superado la friolera de los $100.000 millones, según reconoció el propio Gobierno nacional en el informe que presentó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero en el Senado.
De acuerdo a las planillas entregadas este miércoles al Congreso a partir de una pregunta de la legisladora neuquina Lucila Crexell, la dificultad de las compañías para cobrar a los usuarios en medio del derrumbe de los ingresos provocó que no pudieran pagarle a Cammesa por la energía que compraron para distribuir.
De esta manera, entre las empresas cooperativas, estatales y privadas dedicadas a llevar la luz para consumo residencial y la actividad económica postergaron un desembolso que al octavo mes del año ascendía a $103.168.755.906.
Como era de esperar, la mayor parte se concentró en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el conglomerado urbano más grande del país, en donde operan Edenor y Edesur. Cada una de ellas aún debe abonar $11.900 y $11.000 millones, respectivamente.
Pero no son las únicas distribuidoras en esa situación. EPE Santa Fe y la misionera EMSA deben cifras similares, al tiempo que Mendoza casi $8.500 millones, de los cuales $7.400 millones corresponden a Edemsa.
Chaco es una provincia en una situación delicada en este aspecto, dado que la empresa estatal distribuidora debe a Cammesa $7.600 millones.
Por su parte, en Río Negro la compañía a cargo de la administración del mercado eléctrico tiene a su favor un saldo positivo de más de $6.100 millones, que debe abonar Edersa, mientras que en Córdoba los pasivos de EPE ascienden a $4.500 millones.
En ese sentido, Chubut también mantiene un monto abultado en el debe eléctrico, con casi $11.000 millones distribuidos de la siguiente manera: $4.000 millones de la cooperativa Comodoro Rivadavia, $2.500 millones de la de Trelew, $1.600 millones de la de Puerto Madryn y $942 millones de la de Rawson.
A su vez, las neuquinas CALF y EPEN deben $1.600 y $1.700 millones, respectivamente.
Por otro lado, otras sumas importantes adeudadas por cooperativas de luz en el interior del país se observan en la DPEC correntina, con $2.750 millones, Edelar (La Rioja) con $2.400 millones, Energía Entre Ríos SA ($2.100 millones) y la cooperativa fueguina de Río Grande ($1.758 millones).
La lista de los mayores deudores de Cammesa se completa con Energía Catamarca ($1.354 millones) y Edesal (San Luis), con $1.170 millones.
Lo cierto es que a la par que se incrementa la deuda de las distribuidoras de luz con la Administradora del mercado eléctrico, el Gobierno transfirió en lo que va del año más de $180.000 millones a esa empresa estatal para cubrir la diferencia entre la tarifa y los costos de generación de la energía, que suben en sintonía con el tipo de cambio.
Sin embargo, los compromisos por la energía no pagada no generan costo fiscal alguno para el estado, según detalló Jefatura de Gabinete en el informe. “La problemática de cobrabilidad de las Distribuidoras de todo el país, tiene su impacto fundamentalmente en los compromisos pendientes que no pueden ser afrontados al vencimiento a Generadores, Transportistas y Proveedores de Gas para generación de energía eléctrica, y no comprometen recursos fiscales”, precisó el texto oficial.
En cuanto a la morosidad, varió enormemente en los últimos meses, ya que pasó del 39% en marzo al 62% en abril – el período más duro del aislamiento -, para luego bajar al 31% en mayo, 15% en junio y 8% en julio. Lo curioso es que en agosto volvió a dispararse al 34%.
fuente: regionnortegrande.com.ar