En un curioso texto el Obispado de Puerto Iguazú calificó de “fake news” a las denuncias contra el padre Sidders

Es previsible que una organización religiosa defienda a uno de sus integrantes ante denuncias que s ele realizan, y que invoque “la presunción de inocencia” hasta tanto la justicia demuestre la culpabilidad. Lo curioso es que diga que las denuncias son fake news
Las fake news son noticias falsas, inventadas, hechos que no sucedieron pero se cuentan como si fueran reales. Las denuncias, ciertas o falsas, lo determinará la justicia, no son fake news son hechos, denuncias que realizan personas y que pueden ser ciertas, o no. Pero son denuncias. Y, por supuesto, si las denuncias son falsas quien las realiza deberá hacerse cargo ante la ley.
Aclarado este punto el comunicado de la diócesis expresa “… en esa denuncia se mezclaron narraciones referidas a distintas personas y a diversos momentos históricos…” Extraño concepto de que varias personas relaten hechos diferentes en épocas distintas pero con un rasgo común (las acusaciones contra el padre Raúl Sidders) determine que sean mentiras lo que ellos relatan. Son innumerables los ejemplos que se podrían dar de hechos delictivos con testimonios de varias personas referidos a distintas situaciones temporales, pero que indican un “modus operandi” continuo en el tiempo. Tampoco quieren decir que sean ciertas. Pero descartar que sean ciertas porque varias personas hablan en distintas épocas sobre una misma persona, es inadmisible.
En otra parte el comunicado expresa “El Obispado de Puerto Iguazú – de acuerdo a la información que posee – considera que se trata de noticias falsas difundidas con la intención de armar un expediente judicial”.
Otro error conceptual: para armar un expediente judicial y una falsa denuncia, no es necesario primero hacer una operación de prensa. Y los testimonios de los supuestos afectados – lo determinará la justicia – son muy anteriores en el tiempo a la denuncia. Que se hayan hecho públicos en los últimos tiempos no implica, de ninguna manera, una maniobra previa para la denuncia judicial.
Por último, es cierto lo que plantea el Obispado “Por eso recuerda a la opinión pública el principio universal de inocencia, que establece que nadie puede ser condenado sin juicio previo y que la inocencia debe presumirse mientras la justicia no demuestre lo contrario en una sentencia firme”.
Cabría preguntarse, a éstas alturas de la historia argentina, que se considera sentencia firme: ¿Un juez de primera instancia? ¿Un fallo de la Cámara de Apelaciones? ¿Un fallo de la Corte Suprema?
Pero más allá de eso la denuncia está realizada ante el Juzgado de Garantías 2 de La Plata, a cargo de Eduardo Luis Silva Pelossi y el fiscal interviniente será Álvaro Garganta, de la UFI 11. Allí tendrá el Padre Raúl Sidders la oportunidad de demostrar su inocencia.
El comunicado de prensa del Obispado de Iguazú