Molineros insisten en la suba de los precios y estiman que debe rondar los $35 por kilo

Indican que “hay preocupación por la caída del consumo y el crecimiento del endeudamiento”. Exponen que “la materia prima se incrementó en un 50%”. Afirman que “el panorama es crítico y no hay respuestas de Nación».

El sector de la molinería, la parte más poderosa de la cadena yerbatera, sigue insistiendo en un aumento en los productos de góndola. Según sostienen “el incremento debería ser como mínimo de 35 pesos por kilo”.

La insistencia ya lleva varias semanas y ayer -a través de un comunicado- volvieron a reiterar “la necesidad de trasladar al mercado los costos de elaboración para atenuar un escenario que se muestra aún más complejo en el contexto de pandemia de COVID-19”.

Según sostienen la inquietud radica en que hay una caída consumo; como así también un crecimiento del endeudamiento y están ante la imposibilidad de trasladar aumentos al producto final.

Desde la Cámara de Molineros de Yerba Mate expusieron que “este panorama crítico sigue sin encontrar respuestas de Nación, pese a los infructuosos pedidos de una reunión que permita al sector fundamentar el traslado al consumidor de un mínimo incremento que disipe las apremiantes consecuencias de trabajar a pérdida con una estructura de costos sostenida con precios congelados”.

En el escrito además indican que “se necesita una urgente recomposición de precios” y señalan que “según las estimaciones técnicas, el aumento debería ser como mínimo de $35 por kilo para hacer frente a la constante suba de la materia prima que se incrementó un 50% entre diciembre y junio últimos”.

Asimismo, desde la Cámara de Molineros mencionan en el escrito que “otro aspecto que afecta al sector es la caída del consumo teniendo en cuenta que en un año se vendieron casi 3 millones de kilos menos, según datos del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) 2.962.408 kilos en enero-mayo 2019/2020”.

A la vez, remarcan que “si bien en esta variable negativa debe considerarse el contexto sanitario mundial, se trata de una caída en los índices de comercialización que no deja de ser otro llamado de atención que se aferra a los pocos márgenes de rentabilidad”.

Justifican que el aumento es necesario, ya que “la industria está atravesando una crisis preocupante, asumiendo costos financieros que incrementan su endeudamiento en pos de mantener un negocio inserto en un esquema adverso que amenaza el sostenimiento laboral y precipita la caída del nivel de actividad de las empresas del sector”.

Reclamo anterior
A fines de mayo pasado, desde la Cámara habían insistido en el reclamo de trasladar los precios a las góndolas.

En la ocasión, habían apuntado que “el reclamo está dirigido al Estado nacional”; y agregaban que “éste se mantiene inflexible a la modificación de los precios de los productos de la canasta básica, se sustenta en que la yerba es un producto regional cuyas particularidades para su elaboración requiere un alto costo financiero considerando que en la actualidad la materia prima se paga de contado, para luego secarla, trasladarla a depósitos y estacionarla por un tiempo de 10 a 12 meses y una vez cumplido este plazo recién poder enviarla al mercado para su consumo”.

fuente: primeraedicion.com.ar

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